El Partido Popular quiere denunciar la realización por parte del Ayuntamiento de una obra, ejemplo palmario de derroche por innecesaria y caprichosa. Nos estamos refiriendo a la ampliación del centro de iniciativa rural de Tamón.
Dicha obra ha sido presupuestada en 212.000 euros más IVA, en total 250.000 euros. De esa cantidad, 85.000 euros proceden de una subvención de fondos de la Unión Europea, y los 165.000 restante son del presupuesto municipal. Pues bien, según información aportada por el propio Ayuntamiento, el 21 de diciembre de 2009, la Asociación de vecinos San Juan de Tamón presentó un escrito en el que solicitaba que “de mantenerse el cierre de la actividad escolar de las Escuelas de Tamón se destine el total del importe del proyecto de referencia (la ampliación del centro de iniciativa rural de Tamón) a un nuevo proyecto: cubrición de la cancha deportiva incluso cierre perimetral con dotación de pavimento deportivo, alumbrado, espacio para gradas vestuarios y aseos.”
La pregunta es clara, si una obra no es necesaria pues en Tamón hay unas Escuelas sin actividad escolar destinadas a las actividades de las asociaciones, si éstas muestran su interés por otro tipo de inversión. ¿Por qué se gastan más de 100.000 euros en una obra innecesaria? Hay que recordar que el Ayuntamiento pagará el 66% de la obra, dado que la subvención comunitaria asciende a sólo 85.000 euros.
Es un insulto para los vecinos de Tamón que se gaste dinero en algo absolutamente prescindible, cuando dicha parroquia tiene necesidades mucho más acuciantes, como la cubrición de la cancha antes señalada, arreglar los graves problemas de telefonía móvil y acceso a Internet de partes de la parroquia, reparar numerosos caminos vecinales en lamentable estado de conservación, o asegurar una mayor presencia policial en la parroquia ante el creciente número de robos tanto en edificios públicos como en residencias particulares.
Es un insulto para el conjunto de carreñenses en general, que se gaste el dinero público en aquello que no hace falta, cuando los recursos de que disponemos son más que limitados, y una parte importante de las inversiones que hace el Ayuntamiento proceden de un crédito municipal de 1.500.000 euros que engrosan la deuda municipal, que tendremos que pagar todos en el futuro. Estamos pues ante el enésimo ejemplo de pésima gestión socialista del dinero público.