viernes, 24 de octubre de 2014

El PSOE muestra una actitud miserable contra los vecinos al negarse a aplicar una sentencia del Tribunal Supremo que avala la reducción del IBI

En el Partido Popular de Carreño no salimos de nuestro asombro ante el recurso presentado por el PSOE contra la moción aprobada en el pleno ordinario de septiembre, al objeto de estudiar la aplicación en nuestro concejo de la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre el IBI aplicable en el suelo urbanizable que requiere desarrollo de un plan parcial.
El sentido de la moción que el PP apoyó con sus votos es que el Ayuntamiento estudie en profundidad de qué modo se puede aplicar lo que establece el Tribunal Supremo en una sentencia que en nuestro ámbito sería aplicable a los vecinos que tienen parcelas urbanizables que pagaban IBI urbano hasta la entrada en vigor del nuevo Plan General de Ordenación (PGO), así como a aquellos que tienen parcelas urbanizables sectorizadas y lo siguen pagando después de la entrada en vigor del referido PGO. Aplicando el criterio del Tribunal Supremo, esos vecinos deberían pagar el tipo de gravamen del IBI rústico, y debe recordarse que desde 2014 ese tipo es un 50% inferior al urbano. Por lo tanto, lo que pretende el PP con el apoyo a esa moción, y entendemos que en la misma línea van el resto de partidos que votaron afirmativamente, es algo tan sencillo como corregir una situación injusta que viven determinados vecinos de Carreño, aplicando para ello una interpretación de la ley que establece el Tribunal Supremo. Es algo de sentido común, razonable y lógico.
Pues bien, lo que como se acaba de señalar es lógico y razonable para cualquiera, esto es, facilitar las cosas a los vecinos dentro del margen de la ley, el PSOE de Carreño lo quiere convertir en una nueva batalla campal, presentado un recurso contra una declaración política, que eso es precisamente la moción aprobada. En este punto debe recordarse que el Pleno aprueba muchas mociones que el PSOE no comparte y que el Gobierno mete directamente en el cajón, como alguna vez ha dicho textualmente la primera teniente de alcalde, Amelia Fernández. Sin embargo, en un asunto que puede beneficiar a numerosos vecinos de Carreño, que pagan por encima de lo que deberían pagar,  van los socialistas y lo recurren. Para el PSOE, tumbar cualquier iniciativa de la oposición prima por encima de la defensa del interés general. A eso desde el PP no podemos calificarlo más que como una muestra de sectarismo y  una actitud miserable.
El PP considera que hay motivos más que suficientes para defender la legalidad de la moción. No es una moción presentada por el PP pero defendemos su contenido. El Ayuntamiento puede, y debe, y el PP planteará iniciativas porque esta situación de los vecinos que pagan IBI urbano cuando deberían pagar IBI rústico, debe corregirse:
- En este momento estamos en período de liquidación y pago del IBI. Pues  bien, el Ayuntamiento debería recordar a todos los vecinos que tributan por parcelas de suelo urbanizable sectorizado que, de acuerdo con la reciente sentencia del Tribunal Supremo, el tipo del IBI que tiene que pagar es el rústico, y no el urbano. De este modo, cabe la posibilidad de que los vecinos recurran estas liquidaciones que son practicadas por el Ente Público de Servicios Tributarios.
- El Ayuntamiento debe dirigirse al catastro para que se hagan las modificaciones necesarias para que los suelos que están en la situación que reconoce la sentencia del Tribunal Supremo, pasen a ser calificados como rústicos.

Como puede verse, hay iniciativas de diverso tipo para corregir esta situación ilegal e injusta. Es falso que no pueda hacerse nada. En otros concejos la actitud de los gobiernos es de colaboración con los vecinos. Aquí, el lema del PSOE es “todo por la pasta”, aunque sea cobrando un IBI que no corresponde. Desde el PP pedimos al Gobierno que reflexione y se una a la oposición en esta iniciativa legítima para aplicar una sentencia del máximo órgano judicial de España, la cual puede beneficiar a muchos contribuyentes de Carreño. Repetimos que es el momento de que el Ayuntamiento afloje la insoportable presión fiscal, y este es un medio más a nuestro alcance para conseguirlo, además del ordinario que consiste en bajar impuestos y tasas por la vía de la modificación de las ordenanzas fiscales.
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