DÓNDE NOS HA DEJADO EL PSOE
El Partido Popular lleva dos meses en el Gobierno de la Nación, y desde entonces todos los españoles hemos podido comprobar la magnitud del desastre legado por el nefasto gobierno del PSOE a las generaciones actuales y futuras de españoles. Son dos los exponentes más claros de la grave crisis económica que el Gobierno de Mariano Rajoy debe enfrentar: el paro, que en el momento de cese del Gobierno socialista ascendía a más de 5000.000 de desempleados, y el déficit público.
Una vez conocidos los datos correspondientes al déficit de 2011, es el momento de poner los números sobre la mesa. Pues bien, estos son los datos:
- La herencia socialista deja una desviación del déficit de 26.500 millones de euros.
- El Gobierno socialista ocultó primero 20.000 millones de déficit público y ahora su herencia deja una nueva desviación.
- El déficit previsto según el PSOE al dejar el Gobierno era del 6%. Ahora el déficit total de las administraciones públicas se sitúa en 8,51%, lo que supone una desviación de 26.500 millones de euros.
- El 60% del déficit total se debe a la herencia socialista en la administración central.
- Las comunidades autónomas que más desviación presupuestaria presentan son las que antes estaban gobernadas por el PSOE hasta el pasado mes de julio: este es el caso de comunidades como Castilla La-Mancha, Extremadura o Cantabria.
- Otras comunidades que estaban gobernadas por el PP como La Rioja, Galicia, y Murcia han reducido el déficit o, como Madrid, están por debajo del límite.
LAS REFORMAS DEL GOBIERNO POPULAR PARA ENDEREZAR EL RUMBO
El Gobierno emprenderá el camino más acelerado posible para recuperar el equilibrio presupuestario:
- El gobierno español ha heredado una economía en ciclo recesivo (entre un 1% y un 2% de decrecimiento para 2012) con un déficit muy superior al previsto y comprometido en 2011(más del 8% frente al 6% comprometido), por lo que aplicó de forma inmediata medidas corrección equivalentes al 1,4% del PIB.
- El objetivo de política económica que se busca con la reducción del déficit público es facilitar la financiación de los agentes privados. Con una senda sostenible de las finanzas públicas se disipan las dudas sobre el futuro de la zona euro, el sector público deja libre los recursos que deben financiar el crecimiento económico y se asegura el pago de los servicios y prestaciones públicos.
- Esta consolidación se debe traducir (lo antes posible) en una normalización del acceso a la financiación y en una reducción de los diferenciales de tipos de interés. Eso es lo que se pretende, la consolidación fiscal no es el fin, sino el medio para disfrutar de condiciones de financiación adecuadas para el fomento de la actividad económica y la creación de empleo.
- En enero se aprobó el desarrollo por ley orgánica (se remitirá la semana próxima al parlamento) de la “regla de oro” fiscal, muy estricta que establece el sistema de control de los presupuestos de todas las administraciones.
- Paralelamente se han aprobado las reformas del sistema financiero (saneamiento de los activos inmobiliarios de los bancos y limitación de las retribucione de los directivos de entidades que reciben ayudas públicas), la reforma laboral (dotar de flexibilidad a un sistema que sólo ajustaba mediante despidos), organismos reguladores (simplificación y profesionalidad para promocionar la competencia) y morosidad del sector público (pago de la deuda de los proveedores y afloramiento de deuda impagada), todas ellas con objeto de promover el crecimiento.
- Esta misma semana el Gobierno presentará la ley de transparencia, destinada a castigar a los gestores públicos que hagan un uso desmedido e incorrecto del dinero público
Mientras otros se dedicaron a tirar el dinero a la basura, el Partido Popular despliega una agenda reformista, cuyo único objetivo es reactivar la economía hundida por los años de ineptitud del PSOE.