jueves, 6 de septiembre de 2018

Pleno extraordinario por el asunto de las facturas de la guardería canina

Este es el texto de la primera intervención del portavoz del PP en la sesión de hoy:


Cuando se trata de abordar un problema, resulta conveniente ir a los orígenes, a la raíz. En el caso que nos ocupa, el Partido Popular entiende que, con carácter general,  el problema esencial de este Ayuntamiento, y también es aplicable al presente caso, es la mala dirección política que imprime el Gobierno, y sobre todo, que la alcaldesa y su equipo gestionan concienzudamente mal los asuntos más importantes. Es cierto que se entretienen con los fuegos artificiales, las fotos y el colorín, pero estamos al final del mandato,  y todos los problemas vigentes al inicio del mismo hace más de tres años, ahí siguen mirándonos, pendientes de resolución.

Hecha la consideración general anterior, vayamos a lo concreto. ¿Qué ha fallado de manera estrepitosa en este asunto que hoy nos ocupa?. Pues algo tan sencillo como que se ha prestado un servicio, el de guardería canina,  sin contrato administrativo que lo respalde, y se han generado unos gastos, unas facturas, sin crédito disponible en el presupuesto municipal. Son actuaciones irregulares,  fruto de la falta de planificación del Gobierno, que tienen consecuencias negativas para todos: vecinos, proveedora y organización local.

Sobre la prestación de servicios o de suministros sin contrato, desde el Partido Popular venimos alertando desde hace mucho. Nos hemos referido en  numerosas ocasiones al suministro de combustible, ya contratado después de mucho insistir, pero aún están pendientes el material de oficina, y el suministro de energía. También nos hemos referido a la necesidad de unir las licitaciones de obras de características similares como los arreglos de caminos en el ámbito rural, o reparación de vías urbanas. Lo hacemos no porque queramos molestar a nadie, sino porque es nuestra obligación velar por una gestión más pegada a la legalidad y más eficiente, y es que con licitaciones más abiertas, que permitan la participación de más empresas, podríamos conseguir resultados más competitivos para el Ayuntamiento. Sin embargo,  es muy triste que para el PSOE, estas demandas de mejora en la actividad administrativa municipal, sean concebidas como un ataque o un intento de obstaculizar.

Pero es que no nos hemos limitado a plantear la necesidad de que se lleven a cabo determinadas licitaciones, también hemos propuesto acciones concretas en el ámbito de las necesidades de personal en materia de contratación administrativa. Así consta en el acta de la sesión plenaria celebrada el 23 de febrero de 2017, en la que se abordó una modificación de la relación de puestos de trabajo, y nosotros decíamos respecto de la propuesta de creación de la jefatura de sección de Recursos Humanos:

“En cuanto a la jefatura de sección de recursos humanos, es evidente que ante la pérdida del puesto por parte del tesorero por quien lo venía desempeñando, debido la obtención por concurso del mismo de una funcionaria con habilitación nacional, es necesario configurar un puesto de trabajo para la adscripción a dicho puesto de este funcionario que venía siendo tesorero y que tiene la condición de funcionario municipal. En ese sentido, nos parece bien que se le atribuyan funciones en materia de gestión de recursos humanos, pero creemos que en este ayuntamiento, en este momento el área administrativa que debe ser reforzada es la contratación. En primer lugar, porque observamos que no hay medios personales suficientes para afrontar el volumen de la contratación. De hecho, las obras del presupuesto no se ejecutan en plazo, y lo mismo cabe decir de las que derivan del remanente, y como hemos dicho en diferentes ocasiones, hay servicios fraccionados que siguen sin ser contratados. En segundo lugar, no puede obviarse que este es un municipio de menos de 11.000 habitantes que tiene un secretario municipal que no lleva el día a día de la contratación administrativa, ni de bienes, ni de gestión de subvenciones, ni de expedientes sancionadores, ni de licencias, ni de disciplina urbanística porque hay otros técnicos encargados de ello, por lo que no es una barbaridad decir, como decimos nosotros, que el secretario puede ocuparse principalmente de los asuntos de recursos de humanos. Por lo tanto, respecto de este puesto, consideramos que no se hace el enfoque más adecuado desde el punto de vista de sus funciones, dado que esta nueva jefatura debería colaborar en el ámbito de la contratación administrativa.”

¿Y saben lo que contestó por aquel entonces el primer teniente de alcalde?.

“Y con respecto a los puestos en sí que no estáis de acuerdo, el Jefe de Sección de Recursos Humanos que entendéis que en contratación hace falta más gente, te señalo que hay 3 personas en contratación. En recursos humanos ahora mismo estaba el Secretario. Hacía más falta. El funcionamiento interno del Ayuntamiento hay que saberlo y hay que conocerlo y patearlo día a día, y en Recursos Humanos estábamos muy en precario.”

Es importante recordar esto, porque ahora la alcaldesa esgrime la carencia de personal en el área de contratación para justificar actuaciones que se tenían que haber hecho y no se hacen, cuando hace un año y medio  su gobierno decía lo contrario. Sinceramente es algo que no nos sorprende porque en esto, el tiempo también nos ha dado la razón. No en vano, hace pocos meses el Gobierno  incorporó a una persona al área de contratación, cosa que no hubiese tenido que hacer de haber tenido en cuenta la sugerencia del PP respecto de las funciones de la actual jefatura de Recursos Humanos.

¿A dónde nos lleva todo esto?. A que en el servicio de guardería canina hay facturas sin pagar porque no existe un contrato que regule el servicio, porque si hubiera contrato, existiría crédito en el presupuesto y no sería posible contraer gastos sin consignación. En ese sentido, el servicio de guardería canina ha sido víctima de la mala planificación que, como hemos explicado, afectado a otros ámbitos de la actividad municipal.

La alcaldesa dice que no hay personal para tramitar los contratos, y arguye también que no se licitó el servicio hasta hace pocas semanas porque tenían que calcular su coste, pero lo cierto es que la ley que regula en el ámbito del Principado la situación de los perros y gatos errantes,  y las obligaciones municipales respecto de dichos animales, fue aprobada el 23 de diciembre de 2002, es decir, hace 16 años. En consecuencia, este servicio y la necesidad de licitación, no nacen a partir de junio de 2016, que es cuando la residencia Arco Iris empezó a prestar servicio para el Ayuntamiento en virtud de acuerdos verbales de su propietaria con la alcaldesa, sino que es muy anterior. Por lo tanto, en este caso, igual que en otros servicios, obras, y suministros municipales, hay un funcionamiento deficiente que tiene carácter estructural y que lleva a que teniendo que haber contratos, no los haya.

Como señalaba, la ausencia de contratos, facilita los compromisos de gasto sin crédito, y esto es lo que ha pasado en el caso que nos ocupa.

Sin embargo, que no haya contrato tampoco explica del todo la situación de las facturas, porque aunque no exista un control previo de la Intervención, nada impide que la alcaldesa y los concejales del gobierno, ejerzan respecto de su actividad y sus decisiones con incidencia en el gasto, un autocontrol que evite incurrir en gastos sin respaldo presupuestario.

En el caso de la guardería canina, nadie duda de que hay una obligación municipal respecto de los perros abandonados, pero de nuevo nos encontramos con un ejemplo de pésima gestión y nula planificación.  Vayamos al año 2017. Si el 8 de mayo de ese año,  se aprobó el presupuesto que entró en vigor un mes después, ¿cómo es posible que sólo dos meses más tarde, en agosto, no hubiera  dinero para pagar las facturas?. Si entre julio y diciembre de 2016 se gastó 10.000 euros en este servicio (esa es la cantidad real, pese a que dos facturas fueron registradas en enero de 2017), ¿por qué no se adaptó la partida del presupuesto de 2017 a la realidad?. ¿Por qué no se hicieron las modificaciones presupuestarias para evitar esta situación de gastos sin crédito?. Lo cierto es que Carreño viene recogiendo perros desde hace muchos años, por lo que no se entiende  el argumento de la alcaldesa en el sentido de que tenían que dejar pasar el tiempo para sacar el servicio a licitación y calcular su coste.

Pues bien, llegados a este punto nos encontramos en junio de 2018 con un expediente de reconocimiento extrajudicial de facturas por importe de 300.000 euros, un expediente que sucede a otro aprobado  seis meses antes por otros 200.000 euros.  Así pues, hay que aclarar que en la Comisión de Hacienda se da cuenta a los grupos de las facturas, pero la existencia de facturas sin consignación sólo se conoce por parte de los grupos de la oposición, en el momento que el Gobierno lleva este asunto al Pleno, que es el órgano competente respecto de esta cuestión.

De este modo, que los concejales que tenemos que aprobar esos gastos, pidamos información y queramos cerciorarnos con los informes necesarios de la naturaleza y características de los que estamos aprobando, es algo lógico y hasta exigible de quien como nosotros, tiene entre sus funciones controlar al Gobierno y cumplir y hacer cumplir las leyes en el ámbito de nuestras responsabilidades.

Es comprensible que pueda haber gastos imprevistos sin consignación, pero no lo es en la cuantía de la que estamos hablando en este expediente, y menos aún respecto de muchos gastos ordinarios que deberían estar planificados y contratados. Es por ello que, a la espera de la información necesaria en relación con cada factura, el Pleno rechazó el abono de las facturas sin consignación en las sesiones de junio y julio.

Precisamente al día siguiente del Pleno de julio que se celebró el 26 de ese mes, es decir, el 27 de julio, este portavoz recibió un correo electrónico de la propietaria de la guardería canina Arco Iris, en el que me manifestaba que quería hablar conmigo del asunto de las facturas. Hasta ese momento no había tenido comunicación ninguna con esta persona, y quiero dejarlo claro, porque  el PSOE ha insinuado que el PP votó la cuestión de las facturas sabiendo el problema que había con la guardería canina, y hablo del problema que deriva de las palabras grabadas al concejal Gabriel Rodríguez. Esa insinuación es totalmente falsa. Este concejal, acompañado de una persona que forma parte de la junta local del PP de Carreño, tal y como se ha constar en la denuncia a la que me referiré posteriormente, habló por primera vez con la propietaria de Arco Iris, y tuvo conocimiento de todas las cuestiones que esta persona pudo transmitirse, en una reunión celebrada el 2 de agosto.

De este modo, este portavoz tuvo conocimiento el 2 de agosto, de estos hechos que paso a destacar, tal y como están relatados en la denuncia presentada el 8 de agosto:

El principal punto de fricción de la propietaria de la residencia con el Ayuntamiento, surgió del hecho de que hay cuatro facturas de 2017 que ascienden a 15.800 euros del total de 42.000 de todo el año, (agosto, septiembre, octubre y noviembre), que no fueron abonados por falta de crédito, esto es, los servicios fueron encargados por el Ayuntamiento a la residencia canina sin que existiera respaldo presupuestario, y eso ha dado lugar a una situación de impago, y a un expediente de reconocimiento extrajudicial de esas y otras facturas, que aún no ha sido resuelto por el órgano competente, que en este caso es el Pleno municipal.

Como consecuencia de la falta de pagos por parte del Ayuntamiento, la propietaria se habría visto obligada a contratar con una entidad bancaria, una línea de crédito por importe de 8600 euros.

En la reunión del 2 de agosto, la propietaria de la residencia canina me transmitió que cuando la situación con el Ayuntamiento empezó a ser tensa por cuestiones como el retraso o la no realización de determinados pagos por los servicios realizados, llevó a cabo la grabación de determinadas conversaciones que tienen que ver con las vicisitudes relacionadas con esta prestación de servicios. En el curso de la reunión me informó del contenido de esas conversaciones, me puso varias de ellas para que las escuchara, y posteriormente me las remitió a través del teléfono móvil.

En una de esas conversaciones, grabada el 23 de febrero de 2018, en la que participan la propietaria de la residencia canina, su marido y el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Carreño, se vierten una serie de afirmaciones por parte de  este último, don Gabriel Rodríguez, que son la causa fundamental por la que me veo en la obligación de presentar esta denuncia, al objeto de que se clarifique su trascendencia penal. A continuación paso a transcribir ese contenido correspondiente a la grabación que denomino con el número 1, sin perjuicio de que junto a este documento, se aportan todas las conversaciones relacionadas con este asunto de las que he tenido conocimiento. Se transcriben las partes que ponen de manifiesto que el concejal le señala a la propietaria que para pagar “los intereses” del crédito que ha tenido que pedir “y más si quieres”, meta en la facturas perros que no existen y por los que no se ha prestado ningún servicio

Teniendo en cuenta que de la grabación se desprende que por parte del concejal don Gabriel Rodríguez, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Carreño, hay un comportamiento  que,  según sus propias palabras,  está concertado con la alcaldesa, doña Amelia Fernández, en el sentido de inducir a una proveedora de servicios municipales, a incluir en su facturación servicios no realizados (en este caso la guarda de perros inexistentes), al objeto de pagar de manera encubierta  los intereses y otros gastos ajenos a los servicios contratados, que dicha práctica se habría materializado en al menos una factura,  unido a la sucesiva facturación de estos servicios durante dos años sin contrato administrativo alguno, así como al abandono consciente en al menos dos ocasiones de perros abandonados,  de conformidad con lo establecido en el artículo 5 de la Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, se proceda a abrir las diligencias correspondientes que conduzcan al esclarecimiento de los hechos puestos en su conocimiento.

¿Por qué presenté la denuncia ante la Fiscalía?. Porque como ciudadano y concejal conocedor de unos hechos que tienen una apariencia muy dudosa, por decirlo suavemente, la obligación que tengo es ponerlos en conocimiento del órgano competente para su investigación en el orden penal. Nosotros no calificamos nada desde el punto de vista penal sino que los limitamos a trasladar lo que conocemos para su investigación.
Sinceramente creemos que un partido que está en la oposición y que tantas veces ha puesto sobre la mesa propuestas para mejorar la gestión, tal y como he relatado en esta intervención, tiene la obligación de no mirar para otro lado, porque si mirásemos para otro lado, pasaríamos a ser cómplices, y los vecinos no nos han votado para ser cómplices de nadie.

Pero es que la propia proveedora, en un escrito dirigido a la Fiscalía dice textualmente: “ si no es por la asesoría, yo hubiese seguido metiendo perros ficticios para cobrar mis intereses, ya que desconozco el funcionamiento interno del Ayuntamiento y puesto que era el teniente de alcalde de acuerdo con la señora alcaldesa los que me lo proponían…”

Estamos hablando de hechos que tienen que ver con el ejercicio de los cargos que ostentan la alcaldesa y su primer teniente de alcalde. No son cuestiones privadas, sino públicas, y relacionadas con la gestión de competencias municipales y de dinero público.

Hoy no estamos aquí para dirimir la responsabilidad penal de nadie, porque ese es un asunto que no nos compete. Hoy estamos aquí para manifestar en este Pleno que tenemos una alcaldesa y un primer teniente de alcalde, incapacitados políticamente para la gestión del dinero de los vecinos de Carreño, incapacitados porque han hecho gala de un desempeño político por debajo de las peores expectativas.

Amelia Fernández y Gabriel Rodríguez no han tenido ni la capacidad ni las ganas de afrontar y resolver los asuntos más relevantes durante este mandato, y en lo atinente a la guardería canina, no han sido capaces de sacar un contrato para la gestión de este servicio, y se han comprometido a gastos sin tener crédito.

Amelia Fernández y Gabriel Rodríguez, de común acuerdo y lo digo porque lo hemos podido escuchar de boca del señor Rodríguez, para tapar su incompetencia, animaron a una proveedora a facturar lo que no debía. Digo que para tapar su incompetencia, porque si la propietaria de la guardería tuvo que pedir un crédito por los impagos municipales, fue porque el Gobierno local incurrió en la situación de facturas sin respaldo presupuestario, y eso se debió a que ni había contrato ni se hizo una buena presupuestación. Si los pagos hubiesen sido hechos correctamente, ni hubiese habido línea de crédito  ni se hubiese tenido que producir la oferta de meter en facturas servicios no realizados de manera efectiva.

A todo lo anterior se unen ejemplos de una pésima gestión, como ese correo en el que el primer teniente de alcalde le dice a la proveedora de la guardería canina que los servicios prestados en noviembre y diciembre de 2016, los facture en enero de 2017, porque se habían quedado sin dinero. Esto equivale a alterar las fechas de las facturas para eludir el pago de esos dos meses por la vía del reconocimiento extrajudicial que es precisamente competencia de este Pleno. Estamos pues ante una triquiñuela para no seguir el procedimiento legalmente establecido.

Finalmente hay que destacar algo que es fundamental: el abandono de perros que el concejal reconoce en su conversación con la proveedora. Lo sentimos mucho, pero la teoría de los perros fronterizos no nos la creemos. La teoría de que no es lo mismo no recoger en los límites con Gozón y Gijón que abandonar, nos parece un juego de palabras que no sirve ni para contener la risa de quien profiere tan disparatado cuento.

De toda esta exposición concluimos que:

1) Las responsabilidades judiciales no son competencia de este Pleno, y una vez hecha la comunicación de los hechos conocidos a la Fiscalía, queda en ese ámbito, y ni entramos ni salimos. Que se pronuncie la Fiscalía como considere necesario.

2) Las responsabilidades políticas son de otro tenor, y tienen que ver con el cumplimiento de un estándar mínimo de exigencia en la gestión del cargo público, lo cual conlleva hacer las cosas mínimamente bien, y en este asunto es claro que a la alcaldesa y al primer teniente de alcalde, la gestión se les ha ido de las manos. A la incompetencia habitual en la gestión que han exhibido en tantos otros temas este mandato, se le ha unido las ganas de tapar dichas carencias con maniobras oscuras relacionadas con la facturación del servicio.

3) Gabriel Rodríguez lo dice claramente en la conversación sobre esta cuestión pública: que la alcaldesa sabe todo, y a posteriori ha calificado su actuación en este ámbito como una “cagada”, propia de un “pardillo”, “extemporánea”, entre otros calificativos. Pues bien, si todo eso es así, no queda otra salida que la dimisión, porque para cobrar un salario público por una dedicación exclusiva como es su caso, es exigible un mínimo de eficacia y buen hacer que en este caso quedan a miles de kilómetros de distancia. Vemos que en este Pleno lo acaba de hacer.

4) La alcaldesa sabía todo según  decía el primer teniente de alcalde cuando sucedieron los hechos, y nosotros le creemos, porque su estilo de gobernar es abarcar todo, apretar poco y no solucionar nada de lo importante. Ella es corresponsable de esta pésima gestión, y también corresponde su renuncia. Además debe explicar por qué ha gastado 600 euros en un informe elaborado por un abogado penalista para tratar de justificar que se no ha cometido ningún delito.

5) Aprendan a diferenciar lo personal de lo político. Nadie les critica por ninguna cuestión personal sino por cuestiones relativas a su mala gestión. No se escuden en una inexistente persecución para no responder de sus actos. Desde el PP les deseamos lo mejor en sus vidas personales, pero esto no es una pandilla. Esto es una Administración Pública que funciona de acuerdo con la ley.

6) ¿Se dan cuenta la alcaldesa y el primer teniente de alcalde que su forma de actuar en este asunto, lo que sabemos a ciencia cierta que han dicho respecto de las facturas, genera una crisis de confianza de la ciudadanía con este Ayuntamiento?. Muchos vecinos nos trasladan su desconcierto, y reflexionan en el sentido de que si el Gobierno local actúa así con las facturas de algo no tan relevante para la gestión municipal como la guardería de perros errantes, ¿qué no hará en los asuntos más importantes?. Son dudas legítimas que surgen del mal hacer en la gestión pública.

7) La alcaldesa es libre de hacer caso omiso a este Pleno, pero nosotros les pedimos que no tenga más apego al sillón que a la dignidad del cargo que a estas alturas detenta, y presente su renuncia para restaurar la confianza de los vecinos en el adecuado funcionamiento de esta institución.

LA NOTICIA EN LA PRENSA:

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