La prensa de hoy recoge unas declaraciones del
concejal José Manuel Muñiz, realmente sorprendentes por la gravedad de lo que
afirma. En la Nueva España "señala que
su firma aparece contra su voluntad en un escrito que defiende que la
adjudicación fue correcta". En
El Comercio dice "estoy harto de asumir actuaciones que no me corresponden. Los que
decidieron, que asuman sus responsabilidades». En definitiva, y por utilizar una expresión suya,
quiere que este muerto lo asuman otros, que son sus propios compañeros de
gobierno y los que hayan participado de una u otra manera en el proceso de
adjudicación.
Leídas
estas declaraciones, desde el PP de Carreño debemos señalar que si a alguien le
ponen la firma en un documento contra su voluntad, como afirma el señor Muñiz
que se ha hecho en su caso, el camino más recto que debe seguir es ir al
juzgado a poner la correspondiente denuncia. Que este tipo de acusaciones se
formulen dentro del Gobierno local, pone de relieve la degradación a la que ha
llevado el PSOE de Carreño la gestión de los asuntos de nuestro Ayuntamiento. Por
supuesto, y como siempre hacen, ni el alcalde ni el resto de miembros del
Gobierno dan explicaciones claras y convincentes sobre lo ocurrido.
Por
otro lado, y en relación con la programación de los festejos, el PSOE no aclara por qué Los
Secretos y Fórmula V no van a venir a Candás, a pesar de que en el procedimiento de
contratación se incluyó y valoró esa oferta, resultando determinante para la adjudicación,
según consta en el cuadro de puntuación del informe del Coordinador de Cultura y
Festejos. En definitiva, el PSOE no explica, ni justifica ni desmiente la
estafa a los vecinos que supone que los festejos sean de una calidad
por debajo de lo previsto, por no celebrarse los espectáculos musicales contratados
y pagados con el dinero de todos.
Lo peor de todo es que los socialistas pretendan engañar burdamente a los vecinos al decir que se está cumpliendo un programa de fiestas que realmente no es el contratado, ni aquel por el que hemos pagado 81.000 euros. Ayer preguntábamos y hoy reiteramos: ¿es el Gobierno local víctima del "timo de la orquestita" o era consciente de este monumental engaño?. El alcalde debe dar explicaciones. Sabemos que no le gusta dar la cara y afrontar los problemas, pero estamos hablando de la gestión de su Gobierno y de la correcta administración de los recursos públicos. Su obligación es explicar por qué pagamos por unos espectáculos musicales que no se van a celebrar y actuar en consecuencia, exigiendo las responsabilidades a que haya lugar.
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