El dinero que gastan las Administraciones Públicas: cuánto y cómo se gasta, es un tema de moda. Tanto es así, que el pasado mes fue aprobada la reforma de la Constitución para evitar los excesos en el gasto público.
Es por ello que, al hilo de la actualidad más rabiosa, resulta interesante y en ocasiones, sumamente sorprendente, bucear en los presupuestos de la Administración que nos queda más cerca, nuestro Ayuntamiento.
En el caso del Ayuntamiento de Carreño, una de las conclusiones más llamativas es que en tiempos de crisis, el Gobierno local opta por la promoción de los festejos. Se trata de la versión carreñense en pleno siglo XXI, del viejo pan y circo romano, esa locución latina creada en el siglo I por el poeta romano Juvenal en su Sátira X (81). En su origen describía la costumbre de los emperadores romanos de regalar trigo y entradas para los juegos circenses (carreras de carretas y otros) como forma de mantener al pueblo distraído de la política.
Entre 2007 y 2010 el gasto destinado a festejos populares ascendió de 209.400 a 252.400 euros. Mientras, en el mismo período, otra de las partidas destinada a los festejos, concretamente la denominada subvención a festejos, se incrementó de 30.000 a 40.000 euros. En total, el dinero destinado a fiestas pasó de 239.400 a 292.400 euros, lo que se traduce en un incremento del 22%.
Es revelador que la única subvención cuya cuantía se vio incrementada entre 2009 y 2010, fue la destinada a festejos populares. A título de ejemplo puede señalarse que entre un ejercicio y el siguiente se suprimió el Festival Internacional de Piano, se redujo la Subvención al Proyecto Hombre de los 6000 a los 5.400 euros, las subvenciones deportivas de los 52.325 a los 37.030 euros, las ayudas sociales se vieron congeladas en 56.500 euros, en contraposición con la subvención destinada a festejos populares, que se incrementó en un 25%, pasando de los 30.000 a los 40.000 euros.
Este dato resulta sorprendente, pues indica que el Ayuntamiento de Carreño, en el marco de la peor crisis económica de las últimas décadas, justo cuando se han reducido los salarios de los empleados públicos en un 5%, ha optado por aumentar sustancialmente el dinero público destinado a la financiación de los festejos locales. Otro asunto preocupante es la evidente desproporción entre el gasto efectuado, y los resultados obtenidos. ¿ Son ahora las fiestas mucho mejores que antes?. Nosotros afirmamos que son peores, y eso es muy alarmante: se gasta más y con muy poca eficacia.
En oposición con el aumento del gasto público en materia de festejos, destaca la práctica congelación de las cantidades destinadas a ayudas sociales. Si en 2007 esa partida era de 55.500 euros, en el último presupuesto aprobado, correspondiente al año 2010, ascendía a los 56.500 euros. En los cuatro años del pasado mandato municipal, el incremente en gasto social directo, ha sido del 1,8%.
Otro dato indicativo de las prioridades del Gobierno de Carreño en materia de gasto es el dinero destinado a ayuda domiciliaria, es decir, a la asistencia de las personas de movilidad reducida por razón de edad o enfermedad. En 2007 el Ayuntamiento ingresó 55.000 euros por la tasa que se cobra a los beneficiarios de la ayuda a domicilio y destinó a dicho gasto 415.000 euros. Por su parte, en 2010 la recaudación por dicha tasa ascendió a 90.000 euros, y el gasto en asistencia domiciliaria, se incrementó hasta los 490.000 euros. Vemos pues que el incremento en el gasto en ayuda domiciliaria, responde exactamente al incremento de la recaudación. Ni un euro más ha puesto el Ayuntamiento en un gasto, por el que además de la tasa señalada, recibe una transferencia de la Administración del Principado, que en 2010 ascendió a 475.000 euros.
Podría decirse que gastar más, y específicamente en festejos, no es un modelo de austeridad, ni mucho menos de fijar prioridades en aquellos asuntos que más directamente afectan a los vecinos del concejo. No se entiende cómo se puede incrementar el gasto en materia de festejos en tiempos de crisis y estabilidad presupuestaria, en un municipio como Carreño que tiene una deuda de 7 millones de euros, y que en el último presupuesto, tuvo que pedir un crédito de 1,5 millones de euros para poder afrontar inversiones en el concejo, al margen de los gastos corrientes.
Estamos ante un claro ejemmplo de pésima administracíón, así como de despreocupación por los problemas reales de los vecinos. La pregunta es clara, ¿ está dispuesto el PSOE a rectificar o va a seguir por la senda de desbocar el gasto corriente e incrementar el endeudamiento de nuestro concejo?.
En lo que respecta al Partido Popular, tenemos muy claro que no vamos a transitar por la senda que nos lleva directamente a la insolvencia y a la ruina económica.