El pasado 31 de enero se confirmó lo que temíamos: el PSOE y Somos tumbaron la propuesta del PP para que la plusvalía no suba en 2018. En el caso de IU, optaron por la abstención, o sea, en un tema tan importante como este, sencillamente no tienen nada que decir.
Hay que recordar que con la reclamación presentada por el PP, lo que pretendíamos era dejar la plusvalía en 2019 igual que en 2018, para ello el tipo de gravamen debería ser del 13%. Sin embargo, finalmente estará en vigor un tipo del 16%, lo que supone que el tributo subirá el 23% respecto del año 2018.
Desde el PP queremos recordar que el Ayuntamiento de Carreño tiene remanentes de 1 millón de euros cada año desde hace varios, es decir, una vez liquidado el presupuesto en el que se computan todos los gastos realizados a lo largo del año, en contraposición con lo ingresado en concepto de impuestos, el margen que queda viene superando todos los años el millón de euros. Con todo ello queremos decir que nuestro concejo puede permitirse bajar impuestos, y desde luego, no existe justificación ninguna para que la plusvalía crezca. Sólo un afán recaudatorio realmente desvergonzado de la izquierda puede explicar que nos encontramos con esta subida de un impuesto que, recordemos, es la versión municipal del impuesto de sucesiones, y que en el caso de los ayuntamientos afecta a todos los contribuyentes porque se paga desde el primer euro heredado. En este caso no hay exenciones como ocurre con el impuesto de sucesiones a nivel autonómico.
Resulta que hay dinero hasta para expropiaciones millonarias, pero cuando se pretende que no suba un impuesto, la izquierda vampira dice que hay que proteger los servicios públicos. Es todo mentira. Quieren recaudar más para seguir tirando a la alcantarilla el dinero de los vecinos. Debería darles vergüenza.
LA NOTICIA EN LA PRENSA: