miércoles, 18 de febrero de 2015

Doña Amelia, lea atentamente: los vecinos de Tamón quieren que el Ayuntamiento les defienda de verdad, y son los primeros que no quieren que su dinero se tire a la basura

El PSOE y su candidata Dª Amelia, defensores máximos de la incineradora, de la megaperrera, del planeamiento urbanístico que se olvida de las necesidades de los vecinos, de la presión fiscal  que exprime los bolsillos de los contribuyentes, los mismos que defienden todas esas cosas que son una losa para el progreso de Carreño en general y de Tamón en particular, se atreven a dar lecciones a los demás de compromiso con esa parroquia. Desmenucemos las cosas:

Dicen los socialistas de Carreño sin despeinarse, y dice específicamente su candidata a la alcaldía, Amelia Fernández que,  "Tamón no cuenta para el PP de Carreño". Lo dicen en respuesta a la entrada que publicábamos en este espacio bajo el título: El último derroche del PSOE: gastar más de 300.000 euros en construir una cantina y un museo improvisado en Tamón.

Frente a dicha afirmación cabe recordar hechos elementales. Tan elementales que ni siquiera la inventiva de la candidata socialista puede superarlos: 

1) Los primeros que no querían construir un nuevo edificio junto a las escuelas vacías de Tamón eran los integrantes de la Asociación de Vecinos San Juan de Tamón. Transcribimos otra vez lo que decían en un escrito de 21 de diciembre de 2009: "de mantenerse el cierre de la actividad escolar de las Escuelas de Tamón se destine el total del importe del proyecto de referencia (la ampliación del centro de iniciativa rural de Tamón) a un nuevo proyecto: cubrición de la cancha deportiva incluso cierre perimetralcon dotación de pavimento deportivo, alumbrado, espacio para gradas vestuarios y aseos.” Por lo tanto, si apelan a las asociaciones de vecinos, al menos que sea en supuestos en los que les hicieron caso. En este caso, entre lo pedido y lo hecho, hay un trecho demasiado largo que ni siquiera puede recorrer la afición de la inventiva de la candidata socialista.

2) Precisamente es el PSOE de Carreño el que no parece tener en muy alta estima a los vecinos de la parroquia de Tamón. Recuerde Dª Amelia que han sido ustedes, los socialistas, los que en el Plan General de Ordenación han diseñado un esquema territorial que no satisface las aspiraciones mínimas de muchos vecinos. Es el PSOE el que quiere instalar una megaperrera que no cuenta con el beneplácito de los vecinos, hasta el punto de que no se recuerda una iniciativa reciente del Ayuntamiento que haya tenido tantas firmas en contra. Son ustedes los que ahogan a los vecinos de Tamón, igual que al resto de carreñenses, con una presión fiscal por encima de lo que debe corresponder a un concejo como el nuestro. Son ustedes, los defensores máximos de la incineradora. Pues bien, en ese contexto, que un gobierno como el del PSOE que ustedes defienden, pretenda lavarse la cara ante los vecinos tirando más de 300.000 euros en un edificio sin uso definido hasta el momento, que ahora pretenden convertir en cantina particular,  y por otro lado en la creación de un museo improvisado, es un insulto a todos los vecinos del concejo, pero especialmente a los de Tamón. Dª Amelia, esos vecinos son más listos de lo que usted se cree. ¿Acaso piensa que es posible tapar el sol con un dedo?.

Y reiteramos, para que no se les olvide,  aspectos no aclarados:

- Con la puesta en marcha de estas ocurrencias, se da nuevamente la espalda a los vecinos, dado que la cantina y el museo reducen a la mínima expresión el espacio del que disponían las asociaciones vecinales para el desarrollo de sus actividades.

- ¿Por qué tenemos que pagar con dinero público lo que va a ser un negocio privado en forma de explotación de la cantina?. 

- ¿Están pensando los socialistas en favorecer a alguien en concreto con este nuevo derroche y abuso en la utilización del dinero público?. Dada su tradición de amiguismo y clientelismo, permítannos que preguntemos.

Los vecinos esperan respuestas claras. Los vecinos no quieren que se gaste el dinero en caxigalines. Bastante esfuerzo cuesta pagar impuestos como para distraer el dinero público en cosas accesorias.