En el marco del
procedimiento de valoración catastral de los inmuebles de nuestro concejo, y
más concretamente del llevado a cabo en el seno del Ayuntamiento para la
modificación de la ordenanza del IBI, el Partido Popular sostuvo en todo
momento una tesis clara: dado que la revisión catastral se ha retrasado veinte
años (la última entró en vigor el 1 de enero de 1994), y la subida de los
valores catastrales es verdaderamente importante, el Ayuntamiento de Carreño tiene un
instrumento a su alcance en orden a la neutralización de esa subida. Dicho instrumento es la
ordenanza fiscal del IBI, y específicamente la aplicación de tipos de gravamen
más bajos que los hasta ahora vigentes.
Frente a lo anterior, en el
pleno del pasado 18 de junio, el PSOE, UNA y PCPE decidieron mantener el
mismo tipo de gravamen para bienes urbanos que el vigente hasta ese momento:0,68.
PP, FORO y CAUN defendimos un tipo del 0,4. Respecto de los bienes rústicos el
Gobierno aprobó un 0,45, y los partidos
de la oposición antes mencionados nos decantamos por el 0,3.
Con la aprobación del nuevo
Plan General de Ordenación ha aumentado de forma considerable tanto el suelo
urbanizable como el tamaño y número de los núcleos rurales, y a dichos bienes
se les aplica el tipo de gravamen de los bienes urbanos, es decir, el 0,68, por
lo que bienes que antes pagaban de acuerdo con el tipo rústico, que ahora es
del 0,45, lo harán ahora conforme al tipo
urbano, que es del 0,68. A todos esos bienes se unen los inmuebles del casco
urbano de Candás, que tributan por el mismo tipo de gravamen.
Al PP le han llegado quejas de numerosos vecinos, algunos de Candás, pero sobre todo de la zona rural. Vecinos de Guimarán, de Piedeloro, de Prendes, de Logrezana, entre otras parroquias, han visto que sus recibos del IBI se van a multiplicar por dos, por tres y hasta por cuatro respecto del dinero que pagan en la actualidad. Además hay que señalar que dichos incrementos irán a más salvo que el Ayuntamiento decida reducir los tipos de gravamen para años venideros. No debe olvidarse que la notificación recibida por los vecinos recoge la cantidad a pagar en 2014, que es el ejercicio en el que se aplica la reducción del 90% respecto de la cantidad que habría que pagar el último año en el que se repercute la subida, que es 2022.
Todo lo señalado pone de relieve lo que el PP ha venido denunciando: es escandaloso que ante un catastrazo en toda regla, los socialistas hayan decidido no realizar el esfuerzo necesario para aliviar la pesada la carga fiscal que los vecinos tienen que soportar con este impuesto. La única pretensión del PSOE es el aumento de la recaudación, dado que no entra en su forma de ver las cosas que el Ayuntamiento haga esfuerzos en la contención del gasto público permitiendo el alivio del contribuyente con una menor carga fiscal.
Todo lo señalado pone de relieve lo que el PP ha venido denunciando: es escandaloso que ante un catastrazo en toda regla, los socialistas hayan decidido no realizar el esfuerzo necesario para aliviar la pesada la carga fiscal que los vecinos tienen que soportar con este impuesto. La única pretensión del PSOE es el aumento de la recaudación, dado que no entra en su forma de ver las cosas que el Ayuntamiento haga esfuerzos en la contención del gasto público permitiendo el alivio del contribuyente con una menor carga fiscal.
Por lo expuesto, desde el PP insistimos en la necesidad de
que la ordenanza fiscal reduzca los tipos para neutralizar una subida tan
brutal. El Ayuntamiento debe apretarse el cinturón del mismo modo que hacen las familias de nuestro concejo en su vida diaria. EL PSOE ha demostrado que su deseo con este tipo de actuaciones es aumentar la recaudación indiscriminadamente a costa del bolsillo de los ciudadanos.
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