A nadie escapa que Carreño tiene en su litoral, con las playas, acantilados y sendas costeras entre los Ríos Pielgo y Aboño, uno de sus principales atractivos turísticos. No en vano, la actividad turística es esencial en el desarrollo económico de nuestro concejo, máxime teniendo en cuenta la idea generalmente aceptada, de rechazo a la instalación de nuevas industrias de carácter contaminante o dañoso para el medio ambiente.
Pues bien, desgraciadamente podemos decir que la Costa de Carreño, está hecha unos zorros. Las Administraciones Públicas llevan años desentendiéndose del ejercicio de sus competencias para preservar la fachada marítima del concejo, y los elementos que le son inherentes.
LAS PLAYAS
Son la cara más visible de nuestra costa. En estos espacios públicos ostentan competencia tanto la Administración estatal como la municipal. La dejadez destaca en la actuación de ambas.
En el caso del Estado, las obras de acceso y dotación de equipamientos realizadas por la Demarcación de Costas en la playa de Rebolleres, claramente afectados por diversos temporales, siguen en estado de deterioro sin que Costas haya reparado los daños acaecidos.
En lo que respeta al Ayuntamiento de Carreño también ostenta competencias en relación con las playas. De acuerdo con el artículo 115 de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, es competencia de los municipios:
“Explotar, en su caso, los servicios de temporada que puedan establecerse en las playas por cualquiera de las formas de gestión directa o indirecta previstas en la legislación de régimen local.
Mantener las playas y lugares públicos de baño en las debidas condiciones de limpieza, higiene y salubridad, así como vigilar la observancia de las normas e instrucciones dictadas por la Administración del Estado sobre salvamento y seguridad de las vidas humanas.”
Lo cierto es que a pesar de la existencia de competencias atribuidas legalmente, y sin que se tenga presente la importancia de nuestras playas en el desarrollo turístico del concejo, no existe una partida presupuestaria específica con la dotación económica necesaria destinada al mantenimiento en las condiciones adecuadas de nuestras playas. Y así, la realidad es que:
- Existe un déficit de equipamientos en Palmera.
- No hay accesos ni equipamientos en el Tranquero.
- La falta de saneamiento,competencia de la Administración del Principado, trae como consecuencia el vertido de agudas residuales en la Pregona así como en la playa de Xivares.
EL DOMINIO PÚBLICO MARÍTIMO TERRESTRE: ACANTILADO DE SAN ANTONIO
Otro de los olvidos lacerantes que afecta a nuestra fachada marítima es la dejación absoluta de funciones por parte de la Demarcación de Costas en relación con los frecuentes desprendimientos y argayos, especialmente en el cabo de San Antonio.
La Demarcación de Costas alega para actuar en unos casos sí y en otros no, razones de oportunidad, basadas en criterios rayanos en la arbitrariedad, dado que no justifica por qué en unos casos actúa y en otros no. Costas no aclara por qué hubo dinero para asegurar el terreno en la zona de la Iglesia de Santa María de Luanco, y no ha habido un céntimo de euro para acometer las obras en torno a la Capilla de San Antonio.
Esta actuación de Costas constituye una grave quiebra en el ejercicio de las competencias atribuidas por la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, que dispone en su artículo 4: “Pertenecen asimismo al dominio público marítimo-terrestre estatal: 4. Los acantilados sensiblemente verticales, que estén en contacto con el mar o con espacios de dominio público marítimo-terrestre, hasta su coronación.” Del artículo mencionado se desprende que el acantilado de San Antonio integra el dominio público marítimo terrestre estatal. A su vez, el artículo 110 de la misma norma establece que: “Corresponde a la Administración del Estado, en los términos establecidos en la presente Ley: a) Las obras y actuaciones de interés general”. La definición de qué se entiende por obras de interés general nos la ofrece el artículo 111:” 1. Tendrán la calificación de obras de interés general y serán competencia de la Administración del Estado: a) Las que se consideren necesarias para la protección, defensa, conservación y uso del dominio público marítimo-terrestre, cualquiera que sea la naturaleza de los bienes que lo integren.”
El Ayuntamiento ha gastado ya 94.000 euros en el desmontaje de la capilla de San Antonio, y lo que resta para la reconstrucción posterior, mientras la Demarcación mira para otro lado.
RECUPERACIÓN DE LA BAHÍA DE PERÁN
En 2006, el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, anunció que las obras correspondientes a la segunda fase del paseo marítimo empezarían en 2009 y, dos años después, aún no han comenzado. Las obras incluían el saneamiento y recuperación de la Bahía de Perán, actuación fundamental para recuperar la fachada marítima en las zonas urbanas de Carreño, concretamente en la parroquia de Perlora. No se ha hecho nada.
Otro de los proyectos desechados por la Administración estatal es la playa del Conexal, a pesar de que, al igual que la segunda fase del paseo marítimo, fue una promesa en firme del Delegado del Gobierno, Antonio Trevín.
En conclusión, lo que debería ser la joya de la corona de Carreño, la mejor carta de presentación de un concejo costero, es la crónica de una dejadez perpetua. Aguas residuales que vierten a la mar, accesos y equipamientos deteriorados o inexistentes, argayos y desprendimientos respecto de los que no se ejecuta actuación alguna. La reflexión es clara: si no invertimos en aquello que nos hace diferentes y atractivos para nuestros visitantes, poco podemos esperar de nuestro desarrollo turístico.