La aprobación del PGOU de Carreño es una de las necesidades perentorias de nuestro concejo. Así quedó de manifiesto en la campaña electoral de 2007, siendo este uno de los asuntos más debatidos por los distintos partidos. Pues bien, cuatro años después, lo cierto es terminará el mandato municipal, y el PGOU seguirá pendiente. En este punto hay que recordarle a Melania Álvarez que el PGOU requiere para su aprobación definitiva y entrada en vigor el visto bueno de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA). Eso no ocurrirá antes del 22 de mayo, a causa de la tardanza de los gobernantes municipales, que han dejado para el final del mandato la aprobación inicial del Plan. Mientras no se cumplan todos los trámites previstos en el Decreto Legislativo 1/2004, de 22 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de las disposiciones legales vigentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo, en Carreño no habrá Plan.
Han pasado doce años desde que Ángel Riego es alcalde, y lo cierto es que Carreño sigue sin tener PGOU. El que pretenden aprobar no aborda los principales problemas de este concejo: en Candás no solventa la falta de aparcamiento, y en la zona rural sigue sin responder a las legítimas aspiraciones vecinales.
Lo cierto es que el fin no justifica los medios, y Melania Álvarez no ha querido o no ha podido responder a la denuncia del PP: ni se atienden nuestras aportaciones ni se respeta la legalidad en el funcionamiento de la Comisión que valora las alegaciones, puesto que las reuniones se celebran sin las preceptivas actas de las reuniones previas. La conclusión es clara: algunos quieren hacer deprisa y corriendo lo que no han hecho en doce años, y les da igual el contenido de lo aprobado, hasta el punto de obviar que sin el informe de la CUOTA, en Carreño no hay Plan.