Publica hoy el diario La Nueva España que la utilización del edificio que se va a construir en los terrenos de la antigua fábrica de Ortiz para fines distintos a un museo, choca con la causa justificativa de la expropiación.
A falta de revisar el expediente para ver los términos concretos del mismo, desde el Partido Popular queremos recordar que en el caso de que el fin concreto de la expropiación fuera la construcción de un museo, es posible el cambio de dicho fin siempre que simultáneamente se produzca la afectación del bien expropiado a otro fin también declarado de utilidad pública o interés social. Ello salvaría la legalidad de la expropiación, y evitaría que prosperaran posibles solicitudes de reversión, esto es, de devolución del bien expropiado a los antiguos propietarios, previa restitución por parte de éstos de la indeminización expropiatoria en su día percibida, actualizada conforme a la evolución de índices de precios al consumo.
Así se expresa el artículo 54.2.a) de la Ley de 16 de diciembre de 1954, de Expropiación forzosa:
"No habrá derecho de reversión, sin embargo, en los casos siguientes:
Cuando simultáneamente a la desafectación del fin que justificó la expropiación se acuerde justificadamente una nueva afectación a otro fin que haya sido declarado de utilidad pública o interés social. En este supuesto la Administración dará publicidad a la sustitución, pudiendo el primitivo dueño o sus causahabientes alegar cuanto estimen oportuno en defensa de su derecho a la reversión, si consideran que no concurren los requisitos exigidos por la ley, así como solicitar la actualización del justiprecio si no se hubiera ejecutado la obra o establecido el servicio inicialmente previstos."
El único problema que podría presentarse es la posible solicitud de actualización del justiprecio ( indemnización pagada a los propietarios por causa de la expropiación), debido a la falta de inicio de las obras hasta el momento actual ( seis años han pasado ya desde la expropiación). En ese caso tendrían que dar explicaciones los que llevan seis años sin hacer nada, dejando que el edificio de Ortiz se fuera deteriorando cada vez más, esto es, el Gobierno de Carreño.
Todo lo señalado, sucedería en el caso de que el fin de la expropiación fuera tan taxativo como indica la información periodística de referencia.
Desde el Partido Popular de Carreño seguiremos luchando para que el nuevo edificio de Ortiz sea algo beneficioso para los vecinos, y no una carga que nos endeude aún más.