A modo de guinda del pastel en este mandato que está a punto de acabar, nos acabamos de enterar a través de un informe de intervención, que el presupuesto de 2018 se ha liquidado con incumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria en 456.000€, y con incumplimiento de la regla de gasto por 400.000€. En castellano liso y laso: que el año pasado la alcaldesa y sus concejales del gobierno socialista, gastaron más de 400.000 euros por encima de lo ingresado, lo que supone incurrir en déficit.
¿Consecuencias de este déficit?:
Que ahora el Pleno deberá aprobar un plan económico financiero para equilibrar la situación presupuestaria, y que básicamente deberá pasar por reducir gastos o subir impuestos, o una combinación de ambas.
Que el Pleno no podrá disponer del dinero del remanente para inversiones, lo que supone que decae el proyecto del PSOE de expropiación del Prendes, y lo que es peor, se impide la inversión en obras mucho más necesarias.
El Ayuntamiento tiene remanente positivo, pero el problema es que en la ejecución del día a día del presupuesto, el gobierno local gastó por encima de lo que estaba autorizado a gastar, que en ningún caso puede superar lo realmente ingresado.Esto demuestra que la alcaldesa y su equipo son incapaces de adaptar su gestión a las verdaderas necesidades y a la disponibilidad presupuestaria del Ayuntamiento, lo que pone de relieve la ineficacia e irresponsabilidad del PSOE en la gestión de los asuntos municipales.
La alcaldesa debe explicar a los vecinos el porqué de este déficit que tendrá que soportar el próximo gobierno local. Es realmente triste que con todo el dinero de que dispone el Ayuntamiento, tengamos que afrontar ahora la aprobación de un plan económico financiero para el que desde el PP avisamos claramente: no vamos a admitir que se suba ningún impuesto. El derroche de Amelia Fernández y el PSOE no lo deben pagar los vecinos.
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