Quedará en los anales de la historia política asturiana y española: en diez meses el Sr. Cascos ha conseguido dilapidar su caudal de votos y confianza. En lo que va de julio de 2011, fecha de su toma de posesión, a mayo de 2012, momento de su relevo, podemos destacar los siguientes hitos de la trayectoria errática del Sr. Cascos:
- El desprecio continuo hacia el PP, cuya oferta de gobierno de coalición formulada el 4 de julio de 2011, fue rechazada por el todavía Presidente del Principado. La noticia puede leerse pinchando AQUÍ
- El afán por enredar en vez de gobernar, una de cuyas manifestaciones más claras es la presentación de una candidatura de Foro a las elecciones generales por la circunscripción de Madrid. Ni que decir tiene que tal aventura se saldó con un estrepitoso fracaso: no sólo no obtuvieron representación, sino que se situaron por debajo del 0,5% de los votos. La campaña electoral en Madrid fue más importante para el Sr. Cascos que el ejercicio de su labor como Presidente del Principado.
- El Gobierno de Foro presentó el pasado mes de diciembre un presupuesto de 4.208 millones de euros: 75 millones más que el último presupuesto de PSOE e IU, es decir, en plena crisis, con una merma evidente y muy clara de los ingresos, el Gobierno del Sr. Cascos optó por un presupuesto expansivo en una época marcada por la necesidad de formular ajustes para conseguir la consolidación fiscal. Para no perder la costumbre, la estrategia negociadora con el PP consistió en primero presentar las cuentas, y luego instar al PP a aprobarlas. Diálogo, respeto y consideración, sencillamente son conceptos inexistentes en la relación del Sr. Cascos con el PP.
- El 30 de enero de este año el Presidente del Principado convoca elecciones. A las primeras de cambio, y sin sentarse a dialogar previamente con el PP para alcanzar un pacto sólido y estable del centro derecha, el Sr. Cascos optó por unas elecciones anticipadas, juzgadas como innecesarias por la gran mayoría de los asturianos, las cuales finalmente han llevado a la izquierda de regreso al poder, con el beneplácito y ayuda de UPyD, partido que a la hora de elegir, en el momento más relevante que se le ha presentado en el ámbito político, ha optado por la vuelta a los orígenes de Rosa Díez.
El Partido Popular lamenta esta situación. A buen seguro este partido ha cometido errores, y queda aún un largo trecho para recuperar la confianza de los asturianos, hecho que llegará de la mano de una importante renovación, de una mayor apertura a la sociedad, y de un diálogo más intenso y receptivo con nuestros conciudadanos.
Es triste que los mismos que nos han llevado a la ruina, al paro masivo y a la corrupción regresen al poder. Desde el PP nos comprometemos, como siempre hemos hecho, a seguir representando la alternativa a la "izquierdona" que tanto daño nos hace con su nefasta gestión, enarbolando la bandera de un partido nacional enraizado en Asturias, con un proyecto sólido de centro derecha, defensor de la libertad, la economía de mercado, el interés general, la probidad en la gestión pública, los servicios públicos sostenibles y de calidad, la unidad de la Nación española y la implicación de nuestro país en el gran proyecto de la Unión Europea.