NOTA DE PRENSA - LA NOTA EN LA PRENSA
El Alcalde socialista de Carreño, Ángel Riego, una vez más ha actuado dando la espalda a la legalidad y las consecuencias y sus efectos deberán ser asumidos por todos los vecinos de Carreño.
Parece que este Alcalde –acostumbrado a judicializar la vida política no aprende de los errores cometidos en otras legislaturas y nuevamente tienen que ser los Tribunales de Justicia los que restablezcan la legalidad en sus actuaciones caprichosas.
En esta ocasión nos referimos a lo sucedido con el Pub Nenos de Candás, el cual fue precintado de manera cautelar por resolución de la Alcaldía el pasado 10 de agosto de 2007. El Alcalde, a título individual, sin consultar la opinión del resto de grupos políticos con representación municipal decidió cerrar un negocio por problemas de ruidos y abrió para sus propietarios la posibilidad de acudir a los Tribunales toda vez que la medida adoptada desde Alcaldía impidió que ese local pudiese abrir el negocio por más de tres meses (hasta noviembre de 2007).
Con actitudes más propias del “llanero solitario” que de un Alcalde democrático se erigió en juez y parte –algo a lo que, por otro lado, ya nos tiene acostumbrados- y adoptó una medida drástica que carece de cobertura legal y, primero fue, por sentencia de 1 de septiembre de 2008, el Juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 de Gijón quien falló a favor de los propietarios del pub Nenos para seguidamente el TSJA ratificar la ilegalidad del cierre que decretó el Alcalde.
Con todo ello ahora, con este nuevo varapalo judicial para el Alcalde de Carreño, una vez más es el Consistorio y todos los vecinos de Carreño quienes tienen que hacer frente a los gastos ocasionados por una actitud chulesca, desproporcionada y caprichosa.
Este hecho, como otros anteriores, nos va a traer consecuencias que, al margen del ridículo para el Alcalde que se cree el regidor de la “ciudad sin ley”, son especialmente económicas de afrontar los gastos judiciales del proceso y la lógica indemnización que pedirá el empresario por los meses en que estuvo cerrado en plena Temporada (lucro cesante).
Por todo lo expuesto, desde el PP de Carreño, al Alcalde -si de algún modo quiere paliar en parte el daño causado- no le queda otra solución que acatar la Sentencia, pedir disculpas públicas a los propietarios del establecimiento y negociar una indemnización por el periodo de cierre del establecimiento sin tener que recurrir a los Tribunales. Algo que nos evitaría a todos tener que asumir importantes gastos que, recordamos, salen del dinero de los contribuyentes.
